lunes, 26 de abril de 2010

El primer vuelo con Nube-Capitulo 12

Eran las siete de la mañana, Keily se había despertado a esa hora porque tenia una cita con Sam. Tampoco era una cita, solo una reunión entre amigos. Keily se puso su mejor vestido y preparo a Nubecita, iban a dar un paseo por el cielo. Sam no se lo creía, nunca había montado en un Pegaso, su familia poseía uno, pero no le dejaban montarse. Sam, muy puntual, llamo a la puerta a las siete y media de la mañana, cuando estaba amaneciendo, una hora muy romántica. Keily salió y le indico el camino de los establos, donde se encontraba Nubecita. Le puso la silla y las riendas y lo saco afuera, se había convertido en un caballo muy obediente. Primero se monto Keily, después Sam, se le notaba nervioso, estaba sudando y Lumina, sinceramente, no pensaba que fuera por que iba a montar en un Pegaso. Despegaron, las casas se iban haciendo pequeñas, y al final parecían hormigas.
-Desde aquí se ve todo... -dijo Sam.
-Si, ¿Es precioso verdad? -le contesto Keily, contenta.
Sobre volaron el valle, hasta que llegaron al mar, zona peligrosa, pero la más bonita de todas, amanecía y todo era precioso.
-¡Cuidado! -gritó de repente Keily, iban directos hacia una roca enorme, pero, Nube, con una maniobra, la esquivo-, ¡Buen caballo!
Exclamó entonces Keily.
-¿Le gustan los terrones de azúcar? -preguntó Sam- he traído algunos.
-Oh, no lo se. Da le uno, a ver si le gusta.
Parecía que si, porque Nube, volviéndose loco de repente empezó a dar volteretas y arranco el terrón de azúcar de la mano de Sam.
El caballo estaba des controlado, iban a aterrizar en un prado rocoso. Un lugar no muy seguro. Fue el peor aterrizaje que había sufrido Keily en su vida, se rompió la muñeca y tenía la cara entera de arañazos.
-Lo siento -dijo Sam, disgustado.
-¿¡LO SIENTO?! -gritó Keily, enfadada-, ¡¡MIRA LO QUE HA PASADO POR TU CULPA!! ¡NUNCA MÁS TE HABLARÉ! ¡PEDAZO DE... ESTÚPIDO! ¡SI NO HUBIERAS TRAÍDO LOS MALDITOS TERRONES, NADA DE ESTO HUBIERA PASADO!
-¡LO SIENTO, HE DICHO! -gritó también Sam-, ¡HA SIDO UN ACCIDENTE, A TODOS NOS PASA!
Entonces, Keily se dio cuenta de lo mala que había sido con su amigo. Y le pidió perdón.
-Nube, -le dijo entonces a su caballo-, lleva a Sam al pueblo, yo me quedare por aqui con Lumina.
Y asi fue.

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