martes, 11 de mayo de 2010

Amigas para siempre-Capitulo38

La niña huérfana que decía llamarse Lila era un poco extra vagante, después de ducharse, sin embargo. Tenia un aire mas familiar, el pelo se le había alisado un poco, y parecía mas rojo que antes. Keily le dejo su ropa y entonces, no se noto que era huérfana. Entraron en el cuarto de Keily. Donde había dos camas.
-Tu dormirás en esa -le dijo Keily señalando una cama.
-¿No prefieres que duerma en otra habitación?
-No, no me importa. Además, aun no he tenido tiempo de conocerte ¿Cuantos años tienes?
-Doce.
-Ah, yo acabo de cumplir trece.
Se sentaron y charlaron tranquila mente.
-Mi historia es bastante trágica -seguía contando-, una familia me mantuvo hasta que me hice lo suficiente mayor como para valerme de mi sola. Así que, tome como trabajo ser vendedora ambulante.
-Pues si que es trágica... ¿Posees algún poder?
-Si, si.
-¿Y no puedes hacer con el comida?
-No, yo... No se como.
-¿Entonces, como sabes que tienes poderes?
-Solo se volar, nada mas.
-Ah, ¿Quieres que seamos amigas?
-Si, amigas para siempre.
Y así, sin hacer ningún pacto, ni si quiera hablarlo, se hicieron inseparables, solo fue cuestión de días.

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