miércoles, 5 de mayo de 2010

Antes del cumpleaños-Capitulo28

El día transcurrió normal, la mañana, el colegio, la hora de comer... Hasta que, si, llego la tarde, el cumpleaños de Keily. Keily fue la primera en llegar a la plaza, estaba especialmente decorada, los arboles estaban decorados con serpentinas, había mesas y sillas, incluso un pequeño escenario improvisado "¿Para que sera?" pensó Keily, se sentó en un banco que estaba junto a un árbol frondosísimo, el árbol que coronaba la plaza. Un árbol con muchas hojas, daba una sombra especial, un lugar armonioso. Se quedo sentada mirando a su alrededor... Pensó... Había dejado su mundo para ir a uno nuevo, un lugar perfecto, ese pueblo con el que todos soñamos. Cada vez recordaba menos a sus padres, a medida que crecía, sus rostros, esos abrazos que le daban, se iban borrando... Se sentía mal, ¿Porque ya no le importaba nada? ¿Que harían sus padres? La estarían buscando desesperada mente, sin perder esperanza. Hasta que no la encontraran no pararían. Pero el silencio y esos pensamientos desaparecieron de repente, pues había llegado Sam.
-¿Que te pasa? -pregunto sentándose junto a ella y pasándole el brazo por el hombro.
-Nada...
-Te pasa algo, lo sé.
No termino de decir la frase, un gato se abalanzo sobre Keily, era Tigre, el pequeño gatito que Keily había adoptado en la casa de Sam.
-¡Tigre! -exclamo Keily estrechándolo-, ¿Donde estabas? ¿Tu también quieres celebrar mi cumpleaños?
Maullo.
-¡Eh, Tigre, ven aquí! -le dijo Sam, Tigre salto y se acurruco en el regazo de Sam.
-Le gustas -le dijo Keily-, no hace eso con todos. El otro día Vainilla vino a mi casa y Tigre no se dejo tocar.
-Lo lamento, porque es muy bonito y cualquiera querría acariciarlo. Pero me ha interrumpido, te preguntaba que te pasaba.
-Mira, Sam, a ti no puedo mentirte, vengo de, por así decirlo, el futuro. Vengo de una ciudad, mil millones de veces este pueblo, con coches...
-¿Coches? ¿Que es eso?
-¡Exacto! ¿Que es eso? Los coches para ti son cosas raras, cosas de fantasía, que solo hay en mi ciudad. A mi me pasa lo mismo con los Pegasos y los Dragones, en mi ciudad son fantasía.
-¿Fantasía?
-¡Si, en mi ciudad, nada es así! ¡Mis padres me estarán buscando, si les digo que he venido a un pueblo y he descubierto que soy bruja, me mandarían al psicólogo!
-Entiendo... Practica mente, vives en este mundo, pero vienes de otro mundo... Osea que, cuando llegaste, estarías maravillada, nada para ti seria normal.
-No, por eso, estaba pensando en mis padres ¡Me han perdido, les dolerá mucho!
-Debes ir a verlos. Mañana, Lumina te dirá como ir.
-Eso espero... Pero no se lo cuentes a nadie, ¿Vale? Me echarían...

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