Con esos ojos azules que solo tenia el. Ya eran las siete y media, Sam tiro una piedrecita a la ventana de Keily y, antes de que el pudiera llamar a la puerta, ella ya estaba abajo. Le abrio la puerta y, el, con una inclinacion, le entrego una rosa y le dijo:
-Para mi princesa.
Keily sonrio y, juntos, de la mano, caminaron hasta el colegio, Lumina los seguia por detrás, privilegiada por poder escuchar esas conversaciones secretas que compartian Sam y Keily. Hablaban de la magia, de hechizos olvidados y del futuro. De ese futuro que estaba por llegar. También hablaron de Los Bosques Altos, por la tarde, irian allí. Las clases fueron normales, aburridas, luego el recreo, otra dosis de clases aburridas y, después de comer, todos salieron. Sam llamo a Keily entre la multitud, entonces miro al cielo, estaba volando. Aterrizo junto a el.
-¿Vamos?
-Si, vamos.
Se encaminaron hacia los bosques altos, Sam llevaba una cesta con la merienda. Encontraron un claro precioso, con una charca al lado y muchos arbustos llenos de deliciosas bayas. Entre los dos, plegaron el mantel en la hierba. Dejaron todo muy bien ordenado, un platito con queso, otro con manzanas, otro con sandwiches de mermelada... El sol resplandecia, todo era perfecto hasta que... Una nube tapo el sol, y, de repente, lo que antes era un claro, se convirtio en un prado frio y sombrio.
-Uh, que cambio... -dijo Keily frotandose los brazos para calentarse.
-Toma -dijo Sam, todo un caballero, dandole su chaqueta a Keily.
-Gracias, voy a buscar otro claro, tu quedate aqui, en seguida vuelvo. Lumina vendra conmigo, asi no me perdere.
-Esta bien, voy a recoger la comida.
Keily se encamino por el bosque, cruzo torrentes, salto piedras esparcidas por el agua, camino entre arboles y llego a un camino muy siniestro, que se adentraba en la oscuridad. Se iba a dar la vuelta para cambiar de direccion cuando sintio un escalofrio, se sentia paralizada, no podia mover los musculos.
-Lu... Lumina -tartamudeo.
-¿Que pasa, cariño? Vamos, muevete, nos tenemos que ir...
-Lumina... No... No puedo moverme.
Una risa malvada retumbo desde el cielo.
-Oh, pobre niña, sola en el bosque, con una minuscula hada, lejos de su novio que la protege... -era una voz de un hombre, una voz bondadosa, pero a la vez siniestra y maliciosa.
-¿Qui... Quien eres? -pregunto Keily asustada-, ¿Es una broma?
La voz rio de nuevo.
La voz rio de nuevo.
-¡ME HARE CON TUS PODERES UN DIA DE ESTOS! ¡NO TE HAGAS LA TONTA, SABES QUE BUSCO TUS PODERES DESDE HACE MUCHO TIEMPO, CON ELLOS PODRIA DOMINAR EL MUNDO!
-N-no entiendo, ¿Se refiero al Poder del Equilibrio? No se exactamente lo que es y, tampoco es que me importe mucho poseerlo, se lo podria entregar si usted...
Y volvio a reir, pero esta vez con mas fuerza.
-Increible... Además de indefensa no sabe de que hablo, así será más facil raptarla...
Keily estaba cada vez más asustada, y, Lumina, que estaba escondida tras un arbusto, con un hechizo, la libero y por fin pudo moverse, salio corriendo, y despues, volando. Lumina la seguia. Por fin, vieron a Sam, caminando hacia el pueblo.
-¿Porque se habra ido, porque no me ha esperado? -pregunto Keily triste.
Al final, le alcalzaron. Keily estaba confusa.
-¿Sam?
Parecia que no la escuchaba, caminaba tranquilo hacia el pueblo, no tenia expresion en la cara.
-Vamos a dejarlo ir -le dijo Lumina-, creo que... Esa voz que venia del cielo... Era el antiguo Enemigo. Busca desde hace muchos siglos El Poder del Equilibrio. No parara hasta quitartelo, pero debes luchar, Keily. Ha hechizado a Sam para que no pueda oirte ni verte, el hechizo se pasara en unos minutos, tu tranquila...
-¿Como puedo estar tranquila sabiendo que ese Enemigo me persigue para raptarme y quitarme mis poderes?
-Te protegere, las hadas somos pequeñas, pero muy poderosas. Además, sé que Sam tambien te protegera, has elegido a un buen chico como novio, el te quiere tanto como a su vida. Lo sé. Lo percibo. Protegelo tu también a el.
-Si... -suspiro Keily viendo como su novio se alejaba ignorandola.
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